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Extracto:La gran mayoría de transacciones en el mundo se calculan y se hacen en dólares, una situación que la Unión Europea quiere cambiar para ampliar la influencia del euro
Judith Vorbach, del Comité Económico y Social Europeo (CESE), cree que es positivo romper la fuerte dominación del dólar.
Aboga por la mejora de la cohesión social y el fomento de la competitividad para “reforzar el papel internacional del euro”.
Desde la Comisión Europea se defiende el uso del euro en un mayor número de transacciones, dado que es la segunda moneda más usada del mundo.
El euro nació como una muestra más de las aspiraciones de los países europeos por crear un proyecto comúnque elevara la relevancia del continente a nivel mundial. A finales de 2018, la Comisión Europea intentó retomar esa aspiración, con la intención del presidente, Jean-Claude Juncker, de “dar mayor relieve al papel internacional del euro”.
Hay que tener en cuenta que utilizan el euro más de 340 millones de ciudadanos europeosen un total de 19 países y, una vez superada la crisis que estuvo a punto de llevárselo por delante, la Comisión interpreta que “las ventajas prácticas del euro se están haciendo más patentes”.
En ese sentido, la segunda moneda más utilizada del mundo podría resultar más útil en determinados sectores como son la energía, las materias primas y el transporte. La consejera del Comité Económico y Social Europeo (CESE), Judith Vorbach, explica que un nuevo empujón al euro tendría mucho sentido en dichos sectores.
De hecho, asciende al80% el porcentaje de importaciones en el sector energético que se calculan y pagan en dólares estadounidenses, a pesar de que la Unión Europea es el principal importador y de que esos bienes proceden de Rusia, Noruega, Oriente Medio y África.
Vorbach considera que romper la “fuerte dominación del dólar” puede resultar en un efecto “muy interesante y positivo”. La Comisión asegura que una presencia más fuerte del euro supondría un “menor coste y menor riesgo para las empresas europeas al comerciar a nivel internacional”, entre otros beneficios.
No obstante, la consejera enfoca el asunto desde la perspectiva de cómo hacer fuerte la moneda común. Desde su punto de vista, “la cohesión social, la convergencia al alza y el fomento de la competitividad y la innovación” son los “elementos esenciales” para que se refuerce el papel internacional del euro.
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